Sé que es típico, lo es,
pero no por ello menos real,
no por ello vivo.
Claro, es verdad, pestañeo, no estoy inerte en el suelo...
Ingiero alimentos, y veo las cosas...
Pero no por ello estoy vivo.
Veo mujeres guapas por la calle, y todas me gustan,
las veo y todas las que me gustan me recuerdan a ti
Si A->B y B->C
Entonces A->C
Entonces todas las que veo me recuerdan a ti.
Y por ello ni vivo, puesto que algo así es un infierno.
Es como estar con un pie y medio en la tumba,
con un pie y medio, y todo el torso y los bracitos y hasta el puñetero cuello,
hasta el puto cuello, perdón, en la tumba,
mejor dicho, como en una playita, con solecito, enterradito hasta la barbilla
y no puedo moverme, ni salir, ni dormir
ni siquiera escribir, aunque pienso en ello,
pero voy a hacerlo y ¡epa! No puedo:
los bracitos que están enterrados.
Y como sí, pero todo me sabe a tierra,
y duermo, sí, pero a ratejos, poquito a poquito,
y porque mi cerebro me lo ordena.
Y no soy capaz de salir de donde estoy enterrado,
y cuando lo haga creo que volveré a ser encerrado,
encerrado por unos hombres fuertes, doctores,
pero aún así no me harán dejar de gritar tu nombre,
bueno, quizás sí, cuando mi vista se fije en una blanca pared,
cuando mis brazos toquen mis piernas,
cuando se me caiga una baba, fruto de la anestesia,
en mi blanca camisa de fuerza.
Entonces puede que sí calle, aunque no por dentro.
Y por ello no vivo,
quizás lo más fácil sería morir,
lo mejor si no vives es morir,
pero entonces no podría verte otra vez,
entonces nunca sabría si puedo vivir,
qué estupidez,
mira lo que me haces escribir,
¡VIDA, AMOR!
Ambas me hacéis escribir.
pero no por ello menos real,
no por ello vivo.
Claro, es verdad, pestañeo, no estoy inerte en el suelo...
Ingiero alimentos, y veo las cosas...
Pero no por ello estoy vivo.
Veo mujeres guapas por la calle, y todas me gustan,
las veo y todas las que me gustan me recuerdan a ti
Si A->B y B->C
Entonces A->C
Entonces todas las que veo me recuerdan a ti.
Y por ello ni vivo, puesto que algo así es un infierno.
Es como estar con un pie y medio en la tumba,
con un pie y medio, y todo el torso y los bracitos y hasta el puñetero cuello,
hasta el puto cuello, perdón, en la tumba,
mejor dicho, como en una playita, con solecito, enterradito hasta la barbilla
y no puedo moverme, ni salir, ni dormir
ni siquiera escribir, aunque pienso en ello,
pero voy a hacerlo y ¡epa! No puedo:
los bracitos que están enterrados.
Y como sí, pero todo me sabe a tierra,
y duermo, sí, pero a ratejos, poquito a poquito,
y porque mi cerebro me lo ordena.
Y no soy capaz de salir de donde estoy enterrado,
y cuando lo haga creo que volveré a ser encerrado,
encerrado por unos hombres fuertes, doctores,
pero aún así no me harán dejar de gritar tu nombre,
bueno, quizás sí, cuando mi vista se fije en una blanca pared,
cuando mis brazos toquen mis piernas,
cuando se me caiga una baba, fruto de la anestesia,
en mi blanca camisa de fuerza.
Entonces puede que sí calle, aunque no por dentro.
Y por ello no vivo,
quizás lo más fácil sería morir,
lo mejor si no vives es morir,
pero entonces no podría verte otra vez,
entonces nunca sabría si puedo vivir,
qué estupidez,
mira lo que me haces escribir,
¡VIDA, AMOR!
Ambas me hacéis escribir.
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